Características generales:
El caballo árabe 100% egipcio es una de las tres razas puras más antiguas que existen actualmente, cuidándose con mucho esmero su cría, se dice que sin dudas la más bella y noble de las razas. Es una raíz primaria que no deriva en absoluto de ninguna otra, por lo que sus caracteres tienen el don de dominar en la reproducción con cualquier otra raza, siendo el origen principal del pura sangre inglés de carreras y de todas las razas de sangre caliente ó templada, habiendo conseguido trasmitir las cualidades más relevantes de un sinnúmero de razas equinas. La consistencia del árabe, su fortaleza y elasticidad, junto a su carácter enérgico y sus movimientos sueltos y libres, son aun la combinación ideal, acreditada por el paso de los años. Es una raza internacional, criada en todo el mundo, con control de pedigrí acreditado por la “Arabian Horse Association”.
Los registros históricos sugieren que fue domesticado en la península Arábiga alrededor del año 2500 a.C. Sin embargo hay que remontarse a 40 mil años de historia para entender la trascendencia del caballo de raza árabe.
Si bien sabemos que en la península arábiga fue la tribu de los Kalifa quién le dio la belleza estética, los beduinos fueron quienes hicieron famosos a estos hermosos animales mientras cruzaban los desiertos, dándoles resistencia, temperamento, inteligencia y fortaleza.
Se han encontrado tumbas con esqueletos de caballos sumamente adornados, igualmente existen pinturas rupestres en la cuevas del medio oriente que los describen con la singular curvatura en la frente, orejas puntiagudas, espalda corta y cola levantada, característica única dentro de la raza, ya que cuenta con 17 costillas, 5 lumbares y 16 vértebras en la cola (frente a las 18-6-18 de la mayoría de los equinos).
Los nómadas beduinos cuidaban a sus ejemplares como su más preciado tesoro, inclusive vivían dentro de sus propias carpas, y gracias a este acto fue que se desarrollo más su inteligencia y sensibilidad.
Se dice que la misma naturaleza de la raza y su conformación, fue creado con el viento del sur por obra divina. Se cree que la protuberante y amplia frente o “Jibbah”, carga las bendiciones de Alá y por consiguiente entre más amplia y abultada sea la Jibbah mayores bendiciones llevará. El característico largo y arqueado cuello o “Mitbah” se cree es un signo de valentía y coraje, mientras que una alegre cola levantada es símbolo de orgullo. Los árabes lo llamaban Kuhailan, “el que nunca recibió sangre ajena en su raza”.
Pero lo más hermoso es el misticismo que le rodea, las tradiciones, escritos y la antigüedad de sus pedigríes.
El primer pedigrí del que se tiene registro escrito data del año 1330 d.C. Hoy en día los caballos cuyos pedigríes pueden rastrearse directamente a este documento son reconocidos como árabes 100% egipcios debido a que los egipcios fueron la primer civilización en tener establos o criaderos de manera organizada, cuyos registros son la base del pedigrí actual. Entre muchas variaciones, las raíces de la raza se conocen como las que provienen de las tribus Muniqi, Saglawi, Abayyan y Kuhailan, todas descendientes de las Kuhailan que como lo comenté anteriormente significa “de sangre pura”. Cada línea muestra diferentes características, sin duda debido a las diferentes necesidades de las tribus de donde provienen. El caballo árabe moderno es resultado de la cruza constante de estas familias de caballos, esto no significa que ningún ejemplar lleve en su sangre genes de una sola línea pura; la sangre pura sin diluir del caballo del desierto, sí existe hoy en día. Allí se basa la diferencia fundamental entre el caballo árabe egipcio, o de línea egipcia, y las demás líneas reconocidas por la “Arabian Horse Association”.
El “Egipcio Puro” es el resultado de mezclas sin diluir de ejemplares de las primeras familias o tribus beduinas. Una de las cuadras más célebres de la historia moderna fue la del gobernador de Egipto, en tiempos de la dominación otomana: Mohamed Ali “El Grande”, quien llegó a contar con 1,100 de los más majestuosos ejemplares obtenidos en la Península Arábiga. Su nieto, Abbas, quien vivía con la tribu de los Roalá, en la península, regresó a Egipto para tomar el lugar de gobernador cuando su padre falleció, y a su vez tomó el control de la cuadra de caballos, en 1848.
Fue Abbas Pasha quien, obsesionado con la pureza de los caballos del desierto, comenzó a depurar y escoger a los más distinguidos ejemplares, para así crear los registros de la línea pura egipcia. Abbas Pasha llegó a tener 7 palacios que contenían cientos de caballerizas de lujo. Sus caballos pronto fueron famosos en el mundo islámico y cristiano, y fueron de estos establos donde surgieron los ejemplares exportados que les dieron vida a las nuevas líneas de caballos árabes, Rusa, Crabbet, Polaca, Doméstica y Española, todas ellas llamadas por el destino geográfico al que se dieron famosos ejemplares de Abbas Pasha.
En 1892, el gobierno egipcio comenzó a tomar especial interés en la crianza del caballo árabe de pura línea egipcia pues necesitaba de buenos caballos para el ejército y la policía y sus características de fuerza y resistencia son las más útiles para estos usos. Con el paso del tiempo se fundó la Real Sociedad Agrícola (RSA) bajo el auspicio del Rey Fouad. En esos tiempos los ejemplares más bellos y puros estaban en manos de los descendientes de Abbas Pasha y de otras familias de la realeza egipcia, quienes donaron muchos de sus mejores ejemplares a la Sociedad.
Hasta el día de hoy, la RSA, junto con otras cuatro organizaciones internacionales, “Al Khamsa” ,”Arabian Horse Association”, ” The Asil Club“ y “The Pyramid Society”, cuidan y protegen el linaje puro egipcio de los caballos árabes. Hoy en día, un ejemplar que no es reconocido por alguna de estas sociedades NO puede considerarse como puro egipcio.
La diferencia fundamental entre las líneas de caballos árabes se basa en los procesos de selección del hombre. Por ejemplo, la línea polaca de caballos de raza árabe es considerada y reconocida por la “Arabian Horse Association” como una línea de raza pura árabe que nació de las cruzas y selección que se hicieron en Polonia, en el siglo XVIII, cuando por razones bélicas incursionaban a la península arábica para hacerse de ejemplares árabes. Hoy en día, existen bellísimos ejemplares árabes polacos, y en general se han convertido, por la selección del hombre, en animales más delgados, con frentes muy cóncavas y ollares muy amplios. Es básicamente lo que ha sucedido con todas las líneas, excepto con la 100% “Egipcia o Egipcia pura”, que para conservar el distintivo de la línea no pueden mezclarse con otras, lo cual reduce de manera significativa el número de ejemplares para escoger y hacer la selección que destaque los rasgos de la raza. Los caballos de línea egipcia por lo general tienen bien marcados los rasgos característicos, pero no de manera exagerada, como algunos ejemplares de otras líneas. El caballo egipcio es más fuerte y menos delgado de pecho, más resistente y fuerte, pero de rasgos un poco más burdos que los que han resultado de las cruzas hechas por el hombre. Algunas personas incluso cuando llegan a ver un ejemplar puro egipcio pueden pensar que no es de raza árabe. Esto se debe a lo mucho que el hombre ha cambiado la forma original de las otras razas a través de la selección NO NATURAL.
- Usos: La raza árabe es versátil y se le puede ver en casi todas las disciplinas ecuestres como en el dressage, salto, reining, charrería, entre otras y destacando considerablemente en las carreras de larga distancia o de resistencia.
- Aspecto: Es un caballo de osamenta ligera, pequeño, magro, musculoso y de fina estructura física. Tiene un cuello arqueado, con un perfil elegante y cóncavo, de orejas pequeñas y muy vivaces, móviles y de puntas convergentes, éstas encuadran los ojos que son grandes y brillantes, muy separados que descienden hacia los ollares dilatables y espaciosos, sobre un hocico pequeño, fino y delicado. La capa, las crines y la cola son finas y sedosas.
Los hombros son bastante rectos, de pecho profundo y amplio aunque proporcionados respecto al dorso que es corto, mientras la cruz mas bien plana, el lomo es ancho, fuerte y horizontal.
Es de conformación ósea exclusiva (17-5-16), lo que da como resultado que la grupa se aplane hacia la cola, que se extiende de forma recta desde la espina dorsal.
Los miembros son de gran calidad morfológica, con huesos, articulaciones y tendones bien definidos.
- Características: Los caballos árabes se adaptan a cualquier tipo de entorno o clima, pudiendo sobrevivir con una dieta escasa. Extremadamente rápido, con mucha potencia y resistencia, siendo muy seguros de pies, inclusive sobre los suelos más duros.
Están bendecidos con una solidez e inteligencia innatas, verdaderamente excepcionales, se dice que siente un amor hacia la compañía humana, único entre los caballos.
Destacan por sus movimientos sueltos y su acción de flotación, se dice que es el Rolls Royce de los caballos.
Los árabes son generalmente agradables y amistosos, pero pueden ser nerviosos, todo esta en la forma que uno lo dome y maneje. Muchos de ellos sientes una aversión al agua, por eso es importante una desensibilización gradual.
Altura: Una media entre 1.43 y 1.55 m a la cruz.
Peso: De 380 a 430 kg.
En general son animales de porte soberbio, de gran belleza y calidad de formas. De temperamento muy vivaz y diligente; sumamente inteligentes, de una naturaleza sensible, muy dóciles y cariñosos.
Dotados de éstas bellas cualidades y pese a que es un caballo relativamente pequeño, son increíblemente rústicos, resistentes y vigorosos.